Cualquiera que me conozca un poco, personálmente, sabrá que no soy un consumidor de lo japonés. Y mucho menos de la fantasía japonesa. Exceptuando el cine de Kurosawa y de Beat Takeshi y alguna frikada humorística (Chicho Terremoto y Dr. Slump), no suelo estar atento a lo que nos llega del país del sol naciente.
Estaba yo mirando fichas de películas cuando una me llamó poderosamente la atención. ¿Por qué?, por lo que incluía. Una peli de samuraís y demonios, mezcla de efectos digitales de última generación con algunos monstruos al estilo de los Power Rangers, adaptación de un manga del gran Osamu Tezuka...tenía que verla aunque me fuera la vida en ello.
Sinopsis:
"En plena época de guerras samuraís por la conquista de Japón, un guerrero malherido vende el cuerpo de su hijo que va a nacer a cambio de todas las tierras en un templo gobernado por 48 demonios dejando una cruz en la frente del guerrero como muestra de su pacto.
20 años después, Hyakkimaru es el hijo del guerrero que lo vendió, pero su madre quiso mantenerlo con vida y lo abandonó en el cauce de un río. Encontrado por un chamán especialista en la regeneración de miembros, le reconstruyó todas las partes del cuerpo con cuerpos mutilados de niños por la guerra. Un trovador errante le cede una katana al chamán para implantársela al niño para venganrse de los demonios que le robaron el cuerpo y se la implantan en el brazo izquierdo. Hyakkimaru creció y ahora está listo para su venganza. Cada vez que mata un demonio con la katana vengadora recupera una parte de su cuerpo y esa es su misión en la vida, recuperar su cuerpo completo."
Peli muy entretenida. El director afirma que si el film funciona bien, hará otras dos para completar una trilogía. Rezo porque se lleven a cabo las continuaciones. Todavía quedan unos 40 demonios merodeando por la tierra...
1 comentario:
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